lunes, noviembre 11, 2013

El milagro de la vida

Toqué el milagro de la vida y lloré a pulmón abierto, padeciendo su temporalidad.
Lloré por aquellos que la transitan y no la viven, por aquellos que se drogan de activdades o sustancia y nunca podrán experimentar el tocar el milagro de la vida.
Fue una combinación de despertar de una nada para llegar a un presente y estar en sus brazos.

También dediqué mis sollozos a aquellos que notablemente han entregado sus pasos, su energía por nosotros, lloré por las fuerzas perdidas de nuestros predecesores y verme a mi mismo desbaratándome de a poco, pero este instante fue un parto a la vida en el cual lloré como lactante menor sin explicación alguna.