Ofrecerse.
Darse hasta que duela, decía la madre teresa.
Darle a la mujer el cariño que merece, la esperanza tan malgastada,
el respeto tan ultrajado por la cultura, la personificación en lugar de la objetivización.
A tu padre la satisfacción de verte bien, de buenas y generoso.
A tu madre la protección que ella te dió, ¿Tu madre siente protección en ti?
A tus hermanos de sangre y de camino,
esa alegría guardada, esa amistad que te han dado los verdaderos humanos.
Salir del cuarto, salir de ti, para los demás.
Buscar personas verte reflejado en el otro, amar de a deveras.
A los enemigos devolverles la paz de la tregua y el respeto
Ya recibiste mucho, ¿No crees que es hora de devolver?