lunes, febrero 22, 2010

La voz del viento

Ya lo entenderás, dijo el Viejo Eusebio.

Esto de entender, es de escuchar con los ojos y hablar con los oídos.
Mira bien, que no se trata de edad, se trata del viento.
Mira, dejemos que el viento hable, uno nomás lo respira, por cada poro, intersticio y comisuras.

Es verdad no se si fue ella o el viento, quién me ha dicho al oído esas palabras
que sólo dejan vida a su paso, la verdad no importa, que el viento y ella hablan el mismo lenguaje.

Van y vienen igual, cuando quieren te visitan, a veces crees que se van pero ahí merito están pegaditos a tí, esperando ser respirados, otras veces sin permiso se te meten o te acarician y otras veces sí se fueron y por ahí andan.

El viento y ella no son lo mismo, pero son algo así como hermanos.

Dicen pues chaval- dijo el viejo Eusebio- que el modo de vivirlos es abrazarlos sin retenerlos.

Ya lo entenderás- Repitió y se quedó como meditando, lo que él decía que yo entendiera.

(Ilustración; Marcos Ochoa 1996)

1 comentario:

Roberto Velasco dijo...

"Abrazarlos sin retenerlos" La verdad, el conocimiento, la voz del viento... están hechos para correr, para que los respiremos cuando pasan cerquita de nosotros, para saciar nuestra hambre... pero es importante dejarlo ir... que siga alimentando, que siga corriendo y volando...

¡Excelente primo!