Cinco minutos tengo para recordar la porosidad edénica.
Muy poco para perderme eternamente sobre tus muslos
Cargando esta vida que nos arrastra a deshacerme del pecado
Ese que isurrecto aparece en los sueños más profundos, un destello de tus ojos
Errabundos magnetos de un presente en otro mundo, en otro sitio
Ajeno a cualquier paso dictaminado que no sea tu risa, tu boca.
Nido de palabras por las que muero, carnosidades encontradas al alba.
Ese que isurrecto aparece en los sueños más profundos, un destello de tus ojos
Errabundos magnetos de un presente en otro mundo, en otro sitio
Ajeno a cualquier paso dictaminado que no sea tu risa, tu boca.
Nido de palabras por las que muero, carnosidades encontradas al alba.
Destellos emulados en el refugio febril del deseo por el que sigo muriendo
En pocos minutos perecerán mis caudalosas oraciones por tu tu cuerpo.
Tardará un poco más la vibración de nuestra última capa dérmica
Gracias a la terquedad de ejercitar el espíritu con el afán de una cabalidad.
Desquisciada tarea de tenerte y no, de despertar a una muerte lenta y placentera
De perversamente verte partir con el día, de atestiguar el atraco a la respiración intensionada
Así escucho los más recónditos y graves registros de mi corazón en huelga.
Tardará un poco más la vibración de nuestra última capa dérmica
Gracias a la terquedad de ejercitar el espíritu con el afán de una cabalidad.
Desquisciada tarea de tenerte y no, de despertar a una muerte lenta y placentera
De perversamente verte partir con el día, de atestiguar el atraco a la respiración intensionada
Así escucho los más recónditos y graves registros de mi corazón en huelga.
1 comentario:
Épale!
¡Qué manera de describir el momento!
Me fui totalmente con el texto... hasta me entristeció que acabara...
Genial, primo!
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