jueves, diciembre 16, 2010

El cuicón /Capitulo 1 "El abandonado"

En la casa semi-abandonada se encontraba él, con un trago en la mesa y la mirada perdida. Bien sabía ya que este día llegaría, mas no lo tomó en cuenta. ¿Cómo sería capaz ella de irse, si él era el sustento y novio de toda su vida? Los puños sobre la mesa y la soledad de esa casa que tenía once años de haber sido levantada después de la creciente que les obligara al exilio a formar un nuevo hogar en algún lado cercano al cerro para poder huir a un lugar alto y seguro. Amargo trago y mucho el coraje por sentirse “Abandonado”.

Su rostro alcanza a ver una llanta de camión envuelta en lodo seco, dejando polvo por detrás mientras se abre paso en la terracería. El camión de redilas lleva consigo una joven, no mayor a diez y ocho años. Dos niños, de uno y tres de la mano de su madre en la cabina y una niña de aproximadamente cinco.

Mientras el camión avanza el sonido de la banda sinaloense envolvía el ambiente y la mirada de la muchacha se plasmaba sobre aquella fiesta, donde una boda se celebraba, era la boda un señor a la cual la jóven hubiese asistido de no ser por este viaje sin retorno que emprendían con orgullo y tristeza, aquellos que podían darse cuenta.

En esa mesa le corrían los recuerdos de veinte años atrás cuando se había enterado que María estuvo a punto de ser robada a caballo, por un señor y de no ser por José María, hermano mayor de María, quién les alcanzara en otro caballo y reclamara que su hermana era joven aún a punta de fusil la bajara de las intenciones de aquel ladrón.

María, quién había sentido como única hija a pesar de contar con mas de cinco hermanos, que llevaban otro apellido, aprendía el oficio de costurera mientras Alfredo, un joven galante iba y le merodeaba, ella a pesar de su seriedad, se veía cautivada por lo atento de aquel alto muchacho y empieza una historia de noviazgo como en cualquier parte del mundo.

Lupe, prima de María, le conoce por alguna vuelta que Alfredo da en el pueblo y se enamora de él también. Alfredo no puede resistir a los embestidores ojos encantadores de Lupe además de otros encantos. Cansan sus cuerpos sobre la tierra en numerosas ocasiones y llega a este mundo el pequeño Fausto trayéndole ese orgullo de padre, de un varón, el primero.

María queda destrozada por la traición de Alfredo con su prima, de la cual no logra reponerse del todo, razón por la cual rechaza cualquier cortejo de algún prentendiente merodeador, pero Alfredo sigue visitándola y cortejándola a pesar de su nueva condición de padre hasta que María cede a las pretenciones del joven y labioso adulto.

Esa tarde de Abril de 1961, aproximadamente veinte años después, le estaba abandonando. Alfredo, sufría esa tarde y a la noche mitigaría el dolor en los brazos de su hermosa nueva esposa.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi muy querido escritor:
Me gusto harto bien mucho, lo que si es que me confundio un poco, algo asi como cuando lei los cien años de soledad.Enredosos los personajes y lo que si tengo q escupir: Me quede con ganas de saber que sigue....
Un beso con todo cariño
Tu fans chilanga #1