Tenían un vínculo tan fuerte como si fueran abrazados
El señor que portaba una barba, guayabera y sonrisa escuchaba reflexivo y en paz, el era el que caminaba del lado del mar.
El jóven que le acompañaba era quien platicaba más, se le notaba un poco nervioso pero feliz.
El señor le contestaba frases breves pero seguras.
El jóven ahora tenía, como por una especie de contagio, la actitud de su compañero reflexivo, sonriente y en paz.
No se puede saber que hablaron, eso es muy de ellos...
verlos sin embargo fue tan bello y profundo
como seguro lo fue su diálogo de caridad
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