• 10 May 2020
Antes que se me escape el atardecer corro para decirte que me quedo en casa
Si bien podría salir, no extraño el sonido del mar, pues respiras y suena a lo mismo. tus lunares son mis piedras pintas en la playa y de igual manera tienen el vaivén de la resaca
Los campos de lavanda están en todas tus subidas y bajadas, no existen mejores vistas que tus ojos alegres.
Podría ser nostálgico si me decido, pero prefiero ser presente, para tampoco ser un imbécil motivador de los cojones.
Me quedo en casa, enredándome en la maleza de tu cabeza y sacudiéndome las telarañas de la cara cuando llevo la vanguardia.
Aquí me quedo, con todo y dolor de inmovilidad de piernas y toda esa energía que emana del cerro te la regalo aquí en tres por tres.
Nos cruzamos la frontera cuando se iba a acabar el mundo, y ahora que nos tienen confinados volvemos a sentir esos mismos vertiginosos recuerdos, esperarnos, el extrañarnos, con ese poquito con el que sacamos fuego, con que poquito, con que poquito se prende el monte.
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