martes, mayo 11, 2010

La niña

Es cuándo me olvido de mi mismo... donde encuentro este dulce abismo
Soñar con los ojos abiertos, no le cuesta absolutamente nada.
No le requiere esfuerzo para entregarse al brinco espontáneo.

No hace recuentos del día, solo brinca y sonrie
No le preocupa mañana, solo parece que le hicieran cosquillas
No entiende un corazón roto, tiene un alma que vive... que brinca
no se le atora el amor, no deja de insistir en consentir, aplaudir hasta que le duele

Su vibra, su risa, su interés, su posible mejilla sobre mi pobre respiración...
y un caracolito... que gira... que brinca..


(Ilustración "Julieta" Kiki Suarez)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que lindo dude

Leo V Donatt dijo...

Que hermoso Carlos!
Acabas de ver las cosas
desde el punto de vista de la inocencia...
sin ninguna vana tendencia!..
la carencia de altivez,
la simple llama que alumbra
en nosotros con gran sencillez!
en heremosas palabras
como las de aquel que dieron luz...
dejad los niños venir a mi ...
de mi buen Jesus!
recalcadas e inmersas las entendi
com un buen siervo y discipulo
nuevo que hoy inherentemente
clama mas alla del pensamiento
de su propia mente
en su espiritu que latentemente!
adorna en galas de dulzura
sin ninguna atadura
...El toco a tu puerta..
se que abriste hoy
es el mismo Carlitos
el mismo niñito
con el que juega Dios!
☺ DTB

Anónimo dijo...

esta super chido
bueno mas bien muy lindo

Nina Cervantes dijo...

Que sensaciones tan maravillosas se producen cuando nos haces recordar lo que un día fuimos.

Hermoso Carlos, realmente hermoso.

Un beso. Nina.