lunes, agosto 09, 2010

Cartas desde el exilio Año 5 "Espejo"

Mi pueblo se encuentra lejos mientras yo, me encuentro atado de manos en confinamiento .

Me vuelvo viejo en este peregrinar, así mismo encuentro muchos yo, no se si observarlos uno por uno o alegrarme en aquel que no se ve, en ese que no se refleja.

Te encontré como una lágrima en una carta vieja y ahí decidí dejar de rascar el empedrado con la cara, para que el futuro sea la paz, que para nosotros sea un naufragio en una isla de jazmines.

Mis ojos encontraron sitio en tu alma, cuanto más se ven mas se funden en lunáticas caracolas, para perderse enredados entre las flores.

Por tanto, me quedo con las promesas, ese es uno de los "yo" que permanece niño.






Acércate a mi clamor,
pueblo de mi misma leche,
árbol que con tus raíces
encarcelado me tienes,
que aquí estoy yo para amarte
y estoy para defenderte
con la sangre y con la boca
como dos fusiles fieles
(Miguel Hernandez Fragmento "Sentado sobre los muertos")

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