¿Entrará el aire con la puerta cerrada?
no me conmueve tu voz ni el ángel de tu boca fría,
ni tus reacciones de sándalo en que perfumas y expiras,
ni tu mirada de virgen crucificada y ardida.
No me conmueve tu angustia tan bien dicha,
Con los recintos vacíos con la cama sin almohadas
Como se decretan los futuros venideros,
Haces vivir al futuro con tu boca
y yo muero por escribir los versos más secretos
ésos que no se leen, esos que no te tocan.
no me conmueve tu voz ni el ángel de tu boca fría,
ni tus reacciones de sándalo en que perfumas y expiras,
ni tu mirada de virgen crucificada y ardida.
No me conmueve tu angustia tan bien dicha,
ni tu sollozar callado y sin salida.
No me conmueven tus gestos de melancolía,
ni tu anhelar, ni tu espera, ni la herida de que me hablas afligida.
Me conmueves toda tú representando tu vida
con esa pasión tan torpe y tan limpia,
como el que quiere matarse para contar: soy suicida.
Hoja que apenas se mueve ya se siente desprendida:
voy a seguirte queriendo todo el día.
(Jaime Sabines)
(Jaime Sabines)
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