Abrazar esas edénicas magnolias.
A las trufas de chocolate y copos de nieve, derretirlos a besos, beber la lluvia o de los ríos, encallar en la expectante bahía, despertar al elixir de los duraznos, arropado en las cordilleras del tesoro, para morir recostado en el paraíso que recubre al corazón.
2 comentarios:
Sin comentarios mi querido escritor simplemente puedo decir WOW!!!!
Tu fans #1 chilanga
es este porra?? el del día despues???
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