jueves, septiembre 23, 2010

Dejar ir

Fue al tiempo, que Martín aprendió a base de repeticiones el "dejar ir" toda clase de pensamientos, desde el instinto de no fumarle, no inhalarle, no beberle, no introdurce el veneno directito al pecho, no quedarse mudo ante la orquestal magia de sus ojos.

Y no lo dije yo:
"Como gota de tinta intensa y llena de color, llegaste...
Bastó que cayeras en un vaso con agua
Para diluirte y desaparecer."
Pensaba el jóven, al caerle una gruesa lágrima sobre la comisura izquierda de su dispareja sonrisa.

"Dios," iniciaba Martín su oración, "Quítame todo, ya he aprendido a dejar casí todo, pero por favor esto no, la dejo ir pero que no se vaya, que no me deje la música"


Que real parece soñar con utopías.


Train yourself to let go everything you are afraid to let go (Yoda)

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