domingo, septiembre 26, 2010

Reencarnando

Ciego y manco soy aquel que barre el aire de todo tu cuerpo,
todo aquel que no provenga de nuestra respiración en conjunto
Sin escalas depositas tus ansiosos sueños sobre mi pecho abierto,
No ceso de pensar, que habitarte es mi habito, exonerado de tu exilio
Pazmado en oscuras pasiones de tus cavernosas calderas.

Esas ansias tuyas de rehabitar bajo mi piel, barnizar la escena de tu miel a besos
Todo puede suceder, mientras congelas al tiempo con tu fuego
Todo por la necedad de tus labios, de querer habitar mi alma en un abrazo
De no escatimar los ruidos, ni los néctares de una suerte, ni los movimientos de un destino creado por historias de un subconsciente bastardo.



Impregnado de ti
;
Mi férvida locura invoca el hechizo de tu núbil cuerpo engendrando evocaciones que me matan
Empapado de ti;
Mi ansia desgarrante suplica ardiente por el erótido vergel de tus promesas

(Carlos Lemus, Fragmento: "Naufrago")

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