Es insólito estar bajo el agua, cuando se sabe uno volar
Su mano fue que sumergió un instante en la mar, un segundo.
Le tomó del pecho y con una guaracha lo echó a andar al viento.
Tierna canela con armadura de amazona, oportuna canción.
Fue mejor su guaguancó que cualquier canto de sirenas
Lleva agradecido y contagiado tu ritmo... a cada instante, a cada hora
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