lunes, septiembre 13, 2010

La reconquista

...Tu beso circunstancial
y mi beso providencial.
En aquel instante tan retrasado, tan esperado, tan deseado
decubrimos que los besos son a la vez
circunstanciales, providenciales,
experimentales, ideales, viscerales,
sentimentales, amables, adaptables,
extrañables, incomparables, incontrolables,
impredecibles y hasta inmortales.
Pero principalmente son intransferibles,
son simplemente nuestros.
(Idurre Alonso... Fragmento Besos)

Decía Iker, que no podía olvidar ese beso circunstancial, que maliciosamente por accidente le dió a Teresita la Mejicana.

Él se lo robó en cuanto tuvo oportunidad, no quiso nunca transgredir su espacio ni sus "supuestas" costumbres conservadoras, simplemente se lo robó, en la única y posible ocasión que quedarían solos en ese balcón, en el momento indicado.

Teresita quedó congelada, solo por un segundo, al instante torneó como artesanía la continuación del beso y llevó al jóven a donde seguro estarían solos. Decía Teresita, que la divina providencia les estaba regalando la oportunidad de darse vuelo con todos los frutos que quisieran y ya que los dos carecían de conocimiento, no tendrían problema con encontrarse con una manzana mordida, esa la prohibida, ese fruto no entraba dentro de su canasta básica.

No quisieron hablarse para no mentirse, utilizaron sus bocas para re-elabrora la espalda y para abrazar los labios, las manos para calmar sus anisas en la piel del otro, los ojos para humedecer la mejilla ajena, la piel como papel en blanco dónde se escribe con la tinta del cuerpo, revistieron la moral y la dejaron al pié de la cama en bolsa del pantalón, amablemente metieron sus dedos entre las cabelleras. Él creyó que la cercanía de esas caderas, romperían con la idealización mas solo la intensificaron, ella dejó de sufrir el incontrolable gozo de su cuerpo entero y después de la extensa e idílica lucha de reconquista histórica, durmieron como inmortales.

Iker se pregunta que hubiese pasado si Teresita no hubiese regresado a su país.
Teresita regreso a su patría, un país en crisis, donde pensar es un lujo, dónde ya no le visita tan fácil ni seguido la divina providencia.


Aceptemos el día como día
y la noche como noche,
pasando por el tiempo
con la espalda recta y los ojos secos;
porque la mente no es dueña de la vida
y los deseos no son las leyes:
hay que acatar la moral y el orden,
revestirnos de una sonrisa de bolsillo,
apretarnos el corazón en un puño
y aceptar el sacrificio.

(Gioconda Belli, Quebrá la Luna "Fragmento")

4 comentarios:

Roberto Velasco dijo...

Qué buen texto primazo!!! De veras que disfruté mucho su lectura.

Un abrazo, te espero el 15!

Anónimo dijo...

Que relato!
Que beso!
Gracias por transportarme siempre a otro lugar y a otra era!

Andrea : ) dijo...

siempre sera este mi favorito.
el sentimiento que provoca

love it!

Anónimo dijo...

me encanto en pocas palabras y como siempre te digo haces volar mi imaginacion....