martes, octubre 12, 2010

Una carta antigua

Don Jorge escribió en un papelito hace muchos años ya.

No se si sea tu espalda o o tu manera de mirarme, no tengo seguridad de que mañana llegaré a tus brazos. Tampoco creo seguro que te quiera para siempre, a pesar de tu boca, con todo y el paraíso de tu pecho y la lluvia de tus vergeles.

Podría pasar una vida entera descifrando si lo mereces, si lo merezco, esa ternura tuya que se esconde en tu fortaleza, pensando cuando suelo verte tan vestida de gala en esa tu desnudez mientras yo me abandono a esta escena del renacimiento de la tierra.
Soy muy seco para eso las palabras, prefiero ser cumplidor, eso de por si lo sabes.
Nada te hará falta eso ni hace falta decirlo.

Lo que si hace falta decir, es que este fuego que me ha penetrado la carne, no se compara al quemante devenir de estos recuerdos en mi efímera memoria... dicen que pierdo mucha sangre y lo único que se es que tengo sueño y frio, quiero dormir con este pensamiento a ver si continua para cuando ya no se abran mas mis ojos, para cuando haya brincado las trancas a ese mi sueño eterno...

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